jueves, 1 de julio de 2010

Camino por el surco tempestuoso de la duda
esquivando tu mirada y ocultando tu sonrisa,
me detengo frente a sueños y utopías
que alimentan una angustia que no es mía.
No hay sentido ni razón que justifique
que la aurora no contemple tu tristeza,
ni que la vara que fustiga tus temores
no se quiebre ante el grito de tu vida.
Camino por el surco tempestuoso de la nada
y no estás, no te reflejas ni en mi alma.
Ya no busco ni sonrisas ni miradas,
ni los sueños que encerraste, atormentada.

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