Mas allá de la urgencia,
de la desesperación y del miedo a la nada te vi parada junto al hastío del
poeta. El miedo hacia muecas de sonrisas, tu cuerpo se mofaba de tu angustia y
fuiste esclava de la letra aun no escrita…y el grito no encontraba la salida. Fui
testigo del sollozo disonante y la furia de tu sexo…fui cómplice en la locura…eras
mía y era mía tu locura.
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