Nada es real…nada se sostiene en la pared…solo el reloj
que mantiene acompasado el ritmo del tormento.
Las horas?... estiletes que lastiman el ayer.
Ya no hay trenes que en su viaje nos sostengan
y nos lleven a lo incierto del después,
ya se fueron…nos dejaron… eternizaron en su huida
a los domingos de medianía.
Vi un sueño entre los sueños…
Vi la vida en el andén…
Vi el reloj…ya no existe la pared
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